
Si aprendemos a valorarnos a nosotros mismos, y a confiar en nuestras
habilidades, capacidades y talentos, estaremos siempre dispuestos a
enfrentar las vicisitudes de la vida, lejos del temor, la angustia y la
depresión, que nos provocan las cosas desconocidas y que nos generan
ansiedades innecesarias.
De Paganini (1782-1840), el genio virtuoso del violín, se crearon
numerosas leyendas que él mismo se negó a desmentir, unas veces porque le divertían y otras porque estas mismas le hacían tal publicidad que siempre llenaba los teatros. Una de estas leyendas contaba que uno de sus mejores conciertos fue cuando se le fueron rompiendo una a una las cuerdas de su violín y no dejaba de tocar a pesar de que el Director de la orquesta paraba y los demás ejecutantes también dejaban de tocar; mientras que Paganini, parecía sacarle todas las notas de su partitura a la única cuerda de su violín. Si Paganini no hubiese tenido confianza y seguridad en si mismo, tal vez aquel hubiese sido el concierto más desastroso de su vida, sin embargo, se le recuerda como el mejor de todos, pues no solo reveló al genio, sino al hombre con el temple necesario para salir adelante en las adversidades.
Nota: La foto la cojo prestada de uno de los blogs de mi "maestro" e introductor en esto de las artes bloguerianas. Gracias JV!
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